DV 2007-09-25

Aquí se improvisa mucho

Setenta y nueve bertsolaris se han inscrito en el Campeonato de Gipuzkoa de Ber-tsolaris, que echará a andar este fin de semana. Casi ochenta caras, la inmensa mayoría de gente que no supera los treinta años. Ha sido todo un récord de participación, lo que muestra la pujanza de la improvisación en este territorio.

A los 79 bersolaris que se han animado a participar en el camponato hay que añadir las decenas de bertsolaris de más edad y experiencia que no quieren pasar por los apuros de la competición. Gipuzkoa sigue siendo la gran referencia del bertsolarismo, tanto en cuanto a creadores como en cuantoa aficionados.

La improvisación no es cosa fácil, y menos cuando hay un campeonato de por medio; pero un campeonato puede servir de trampolín para poder «ser alguien» en el amplio panorama de los bertsos y así conseguir luego un mayor número de actuaciones, de contacto con el público, que es lo que anhela todo ber-tsolari. El bertso sólo es bertso cuando hay un oyente delante. Hablando de trampolines, chavales como Sustrai Colina y Amets Arzallus, que viven en Hendaia, dejaron muy buena impresión en el último campeonato de Euskal Herria y ahora son auténticas referencias también a este lado del Bidasoa.

En esta edición del campeonato de Gipuzkoa participaránn muchos jóvenes de alrededor de veinte años. «Es una nueva hornada, todavía hace un año dos estaban disputando el Campeonato Interescolar de Bertsolaris y vienen muy sueltos», comenta Iñigo Manzisidor Mantxi, uno los profesores de la escuela de bersos (bertso eskolak) de Zarautz. En esas escuelas se enseña a chavales de a partir de diez u once años y hay quienes siguen en las artes improvisatorias durante la adolescencia y acaban en el circuito de festivales.

El año pasado, en Gipuzkoa, se celebraron 805 actuaciones de bertsolaris. El doble de las que se registraron en Vizcaya (408) y seis veces más que las del territorio navarro (145). Estas cifran hablan de una preponderancia clara de la vieja Vardulia. Entre los ber-tsolaris que más actuaciones llevan a cabo a lo largo del año, está, por supuesto, el actual campeón de Euskal Herria, el zarauztarra Andoni Egaña. En muchas ocasiones va acompañado de su «pareja de hecho», el azpeitiarra Sebastián Lizaso, que también vistió una vez la gran txapela.

La asociación de bertsolaris tiene una agencia de servicios, llamada Lanku, que ejerce de mediadora entre los bertsolaris y la gente que quiere organizar un festival de este tipo. Cuando se le pregunta a uno de sus responsables, Unai Elizasu, sobre quiénes son los bertsolaris más demandados, responde claro: «El 80% de los organizadores quieren lo mismo: los ocho finalistas del campeonato de Euskal Herria, los que cantaron en el BEC. Les parece una foto interesante, pese a que ya saben, seguramente, que un festival con cuatro bertsolaris saldrá posiblemente mejor que uno con ocho. Además, la gente pide mucho ber-tsolaris como Sebastian Lizaso, Irazu, Peña y Joxe Agirre Oranda. Agirre es uno de los más queridos y tiene tanta calidad como los finalistas del BEC. Y uno que está empezando a pegar fuerte es Xabi Paya».

El getxotarra Paya fue el vencedor, el año pasado, del campeonato de Vizcaya. Los medios de comunicación se hicieron amplio eco del bertso que cantó como despedida, ya con la txapela en su cabeza. Y es que cantó un bertso en castellano, en el que agradecía a su madre los desvelos. «Mi madre será la persona que, sin saber euskera, más veces ha ido a escuchar a los bertsolaris», comentaría después del campeonato. Esa mujer tiene tres hijos bertsolaris, dos chicos y una chica. No es la primera vez que un hijo de castellanoparlantes llega a la élite del bertso; el zumaiarra Jon Maia también lo ha conseguido, y asimismo es recordado el bertso que, en una final de campeonato, dedicó al abuelo y a la abuela.

El «fenómeno Peña» es también interesante. Nacido en Albiztur, formado en el bertsolarismo en parte gracias a la lectura de los bertsos del decimonónico Bilintx, tiene una legión de seguidores por su chispa y su humor. «La gente le aprecia porque Peña es Peña», dice Unai Elizasu. Lleva dos décadas en la élite.

Egaña trabaja duro

El periodista Joxean Agirre se ha tomado la molestia de hacer un ranking sobre los bertsolaris con más actuaciones en la segunda quincena del pasado mes de agosto, concretamente entre el 16 de agosto y el 4 se septiembre. Quedó así la clasificación: Egaña (14 actuaciones); Lizaso (12); Lujanbio (12); Arzallus (9); Colina (9); Irazu (9); Paya (8); Silveira (6); Maia (6); Mañukorta (5); Iturriaga (5); Amuriza (4); Mendiluze (4); Joxe Agirre (3).

Asoma ahí el rastro del vizcaíno Amuriza, uno de los protagonistas principales del gran resurgir del bertsolarismo en la década de los 80. El campeón Andoni Egaña siempre ha insistido en que es bertsolari gracias al impacto que le produjo Amuriza, un hombre que dio un aire culto al ber-tso y creó además materiales didácticos pioneros. Hoy en día el patriarca está inmerso en la escritura de toda una saga de novelas, más interesado por la escritura que por la improvisación.

La mayor parte de los festivales de bertsos que se organizan en Gipuzkoa son «entre amigos en torno a una mesa», a veces para comer, otras veces para cenar. En segunda posición están los de «plaza libre», generalmente al aire libre, con un par de bertsolaris sin una persona que proponga temas. También es elevado el número de los llamados «festivales especiales»; se trata de actuaciones con un formato peculiar, a veces con la ayuda de músicos. Ahí están el espectáculo Bertso kabareta, con varias mujeres bertsolaris; el llamado Bertsotrampak, fruto de la alianza de un hombre de teatro como Ander Lipus, con Andoni Egaña y los hermanos Paya. También hay un espectáculo de ber-tsos -Inaxito- diseñado especialmente para niños.

Hay muchos jóvenes que apenas logran «hacer plazas». Hace unos meses, medio centenar se agruparon en un movimiento llamado Hamaika bertute (Muchas virtudes) para intentar crear algún tipo de circuito